domingo, 21 de febrero de 2010

SÍ A LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO

Se debe respetar la libertad de las personas a decidir sobre su cuerpo

SÍ A LA DESPENALIZACIÓN
DEL ABORTO

Ante la reactivación del debate en torno a la despenalización del aborto y los intentos por dar marcha atrás a una legislación de avanzada en la materia, Convergencia ratifica su posición:

El embarazo y la reproducción son fenómenos íntimamente vinculados con la integridad corporal, la libertad de conciencia, la autonomía y la privacidad de las mujeres.

Las reformas aprobadas por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal al Código Penal, por las cuales deja de ser delito la práctica del aborto de la primera a la décimo segunda semana de gestación, significan una legislación de avanzada, que apoyó y apoya Convergencia. Los abortos clandestinos significan la cuarta causa de muerte entre las mujeres mexicanas; son, por tanto, un grave problema de salud pública.

Convergencia reconoce y defiende el derecho que tiene la mujer a decidir sobre su cuerpo, sustentado en el Artículo 4 de nuestra Constitución Política, el cual establece que toda persona tiene derecho a la protección de la salud y proclama el derecho a “decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos”. En Convergencia no se descalifican a priori las consideraciones éticas y religiosas que cada persona o grupo tengan sobre el tema del aborto; sin embargo, sostenemos que se debe respetar la libertad de las personas para decidir sobre su cuerpo.

La interrupción voluntaria del embarazo en condiciones de seguridad y gratuidad constituye un acto de conciencia, un derecho básico de todas las mujeres que la sociedad debe respetar. También son derechos humanos fundamentales los reproductivos, la educación sexual, la información y el acceso a todos los métodos anticonceptivos y una vida sexual libre de violencia, entre otros.

En este contexto, parte fundamental del debate sobre la despenalización del aborto también debe centrarse en la defensa del Estado laico y no en la consideración de un Estado en el que prevalezcan una religión y un concepto de moral “oficiales”, lo que haría irresoluble el problema. Los grupos opositores a la interrupción voluntaria exponen sus argumentos conforme a la fe, y no se apoyan en posturas científicas que señalan al aborto como un problema de salud pública nacional y mundial.

Sólo la mujer puede saber cuándo es el momento de tener más hijos de los que ya tiene, cuál es el momento en el que se afecta su calidad y proyecto de vida, cuáles son las condiciones económicas y de salud que favorezcan el embarazo; es decir; sólo ella tiene derecho a decidir cuándo es el momento para la maternidad. Es un derecho constitucional inalienable y fundamento de la dignidad humana.

Desde diversos puntos contrarios al ejercicio de este derecho y de esta libertad, se alienta peligrosamente una confrontación que sólo genera fanatismo y polarización y desgasta a las instituciones del gobierno. Es urgente convocar a la conciliación, a la tolerancia y, sobre todo, a ser congruentes con la libertad de conciencia, la protección a la salud y la laicidad del Estado mexicano.

Los instrumentos internacionales de derechos humanos, ratificados por México, garantizan los derechos de las mujeres a la vida, a la integridad física, a la salud, a la no discriminación, a la privacidad, a la información, a la libertad religiosa y de conciencia, a igual protección por la ley y a tomar decisiones independientes.

Pero no sólo es cuestión de estar a favor o en contra y de quién es la decisión. Hay muchas y muy variadas cuestiones a discutir en torno a la despenalización del aborto. Señaladamente las condiciones de desprotección sexual, de ignorancia y de pobreza en que vive gran parte de la población.

Finalmente, el debate va más allá del establecimiento de un conjunto de leyes y servicios médicos, hasta hoy insuficientes. Supone también un rediseño de la vida social que atienda al aborto como un problema de salud pública nacional y, en ese sentido, buscar consensos para la articulación de alternativas en el marco de la equidad de género y la igualdad social.

UN NUEVO RUMBO PARA LA NACIÓN

EL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

Luis Walton Aburto

Armando López Campa

Presidente

Secretario General

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