NUEVA O REFORMADA, LO IMPERATIVO ES CUMPLIR Y HACER CUMPLIR LOS MANDATOS DE LA CONSTITUCIÓN

NUEVA O REFORMADA, LO IMPERATIVO ES CUMPLIR
Y HACER CUMPLIR LOS MANDATOS DE LA CONSTITUCIÓN

• Urge un proyecto de Nación que sea factor de unidad para los mexicanos
  
• Como en 1910, México con pocos ricos muy ricos y muchos pobres muy pobres

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En nombre del grupo parlamentario de Convergencia y en ocasión del 93 aniversario de la Constitución de 1917, el senador Luis Maldonado Venegas, coordinador del Grupo Parlamentario de Convergencia, dijo hoy que más allá de que la actual Carta Magna sea reformada y se actualice, o se construya una nueva Ley Fundamental, lo imperativo es cumplir y hacer cumplir los mandatos constitucionales.

Además, y no obstante ello, agregó el senador Maldonado, es necesario también que en el texto constitucional quede plasmado con claridad un nuevo rumbo, un proyecto de Nación que sea factor de unidad para los mexicanos.

Agregó Maldonado Venegas que los resultados de esta falta de claridad y de rumbo están a la vista: no podemos acordar reformas que estén por encima de los partidos y atiendan el interés de la Nación. No tenemos paz pública. No avanzamos contra el crimen y la delincuencia organizada. No hay transparencia ni rendición de cuentas. Abundan las leyes, pero no se hace justicia. El respeto a los derechos humanos está gravemente en entredicho. El Estado laico está siendo acosado. Tenemos déficit en educación, salud, indigenismo, campo y vida democrática.

Durante su participación, el legislador convergente celebró la acertada edición de la colección “Historia de las Instituciones Jurídicas de los Estados de la República Mexicana” y de la obra “El Constitucionalismo Mexicano. Influencias Continentales y Trasatlánticas”, fruto del seminario internacional organizado por el Senado y la UNAM hace un año, en el que participaron 23 distinguidos constitucionalistas e historiadores mexicanos y extranjeros, ambas obras presentadas en este evento.

“Cuando la Constitución no pone límites al ejercicio abusivo del poder, aflora una nación sometida, la sociedad se divide y se polariza; pero si la Constitución logra subordinar y acotar al poder para garantizar libertades y derechos, desarrollo y bienestar, justicia y seguridad, democracia y rendición de cuentas, “entonces, y solamente entonces, se puede hablar de una sociedad democrática, dinámica, confiada en su Constitución”, enfatizó Maldonado, citando en parte la introducción que escribiera la Dra. Patricia Galeana al libro “El Constitucionalismo Mexicano. Influencias Continentales y Trasatlánticas”.

Es cierto, reconoció el coordinador parlamentario de Convergencia, que somos un estado democrático, representativo y federal. Pero la dura y terca realidad se manifiesta una y otra vez, a contracorriente de la letra y del espíritu de nuestra Constitución. Lo preocupante es que, al igual que ocurrió en el porfiriato, el pueblo, desencantado y frustrado, ha ido tomando distancia de la política y de la vida institucional y empieza a buscar sus propios cauces en un escenario complejo.

“El poder público con sus debilidades y excesos, los poderes fácticos y su control de la vida nacional…y una Constitución que no provee, no garantiza, no protege” expresó el coordinador de Convergencia en la Cámara Alta.

El también presidente del CEN de Convergencia lamentó que el estado social de derecho, que dio prestigio y fama a la Carta Magna de Querétaro, está siendo desmantelado paulatinamente, a la par que sus instituciones, para ajustarlo a los requerimientos de una política económica disfuncional que, una vez más, como en 1910, tiene a México con pocos ricos muy ricos y muchos pobres muy pobres.

Finalmente Maldonado Venegas aseguró que el saldo pendiente hoy, es con la Nación.

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